Ritual_ Moisés P. Sánchez

Moisés P. Sánchez, piano (17/11/2012)

La voz de este pianista, desde su personalidad única, es equiparable al mejor piano jazz internacional en cuanto a calidad, interés de sus composiciones, inspiración y técnica apabullante. Hace algo más de un año tuvimos el placer de escucharle en Lo Otro en un concierto excepcional que, a su finalización, se convirtió en un interesantísimo coloquio entre artista y audiencia.

Tras sus dos discos como líder (Adam the Carpenter, 2007, Sello Autor, y Dedication, 2010, Universal), acaba de producir su tercer trabajo, Ritual, por primera vez en formato de trío con los grandísimos Borja Barrueta a la batería y Toño Miguel al contrabajo. Es un disco impecable grabado en Italia por Stefano Amerio, en un magnífico FAZIOLI Grand Piano F278.

En esta ocasión presentó todos los temas de este nuevo disco desmenuzándolos a piano solo. El concierto fue de un nivel altísimo, de una intensidad extrema, de una inspiración y belleza como solo Moisés sabe crear. Los asistentes no se movieron de sus asientos durante las 2,15 horas de música y la 1,5 horas de conversación posterior. Moisés, desde lo alto,  sigue creciendo, y parece que no va a parar nunca. Es una suerte ser contemporáneo suyo y poder disfrutar de tanto talento.

Unos días antes del concierto de Moisés P. Sánchez en Lo Otro, Moisés acompañó al mítico Benny Golson en la sala Clamores. Este gran saxo tenor de 84 años de edad es una leyenda viva de la historia del jazz. Ha tocado con Benny Goodman, Dizzy Gillespie, Lionel Hampton, Art Blakey, etc. y ha compuesto obras para Count Basie, John Coltrane, Miles Davis, Sammy Davis Jr., Ella Fitzgerald, Oscar Peterson, Quincy Jones, etc. Sus contribuciones al songbook americano son memorables, son suyos standards como Killer Joe, I Remember Clifford, Whisper Not, Are you Real?, etc.

Para esta ocasión Benny Golson se rodeó de un trío de lujo formado por Toño Miguel al contrabajo, Noah Shaye a la batería y Moisés P. Sánchez al piano. El maestro tocó con la elegancia y el conocimiento reposado de un gran músico que todavía tiene cosas hermosas que decir. No paró de elogiar las cualidades musicales de sus acompañantes, hasta el punto de quedarse boquiabierto una y otra vez con la alta inspiración de Moisés. Tanto, que en varias ocasiones grabó la maestría de Moisés con su propio móvil, tal y como se aprecia en la imagen. ¡Incluso llegó a decir que se lo quería llevar a New York!

Nosotros lo sabemos: tenemos grandes músicos en Madrid. Lo de Moisés es tremendamente especial, le oímos tocar con una leyenda del jazz, adaptándose a su lenguaje bop y hardbopcon una naturalidad asombrosa, en un músico como él que no se mueve habitualmente en ese lenguaje. Sus solos reforzaban la expresión del maestro y recogían perfectamente el discurso de Benny dentro de su estilo. Pero no solo eso: con esa sutileza que tienen los grandes creadores, lo llevaba a su propio territorio expresivo, impulsando la música hasta esos altísimos niveles a los que nos tiene acostumbrado Moisés.

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