Moisés P. Sánchez, piano solo (21/4/2016)
En Lo Otro queríamos celebrar el Día Internacional del Jazz con uno de nuestros monstruos pianísticos preferidos: Moisés P. Sánchez. Y es que no nos cansamos de sus siempre sorprendentes facetas: pianista alucinógeno, improvisador insólito, compositor de imaginación incalculable y músico integral.
En esta ocasión, Moisés nos trajo una sorpresa tecnológica que adaptó a nuestro piano Mason & Hamlin y nos adelantó, en primicia, temas de su próximo disco Metamorfosis. De hecho, tuvimos el privilegio de escucharlo la víspera de encerrarse con su trío en el estudio de grabación.
¿Cómo explicar por escrito lo que vivimos esa noche?
Imaginemos en nuestra fantasía auditiva una receta sonora. La imprescindible materia prima de máxima calidad es un pianista como Moisés, en estado óptimo de maduración. Lo mezclamos con un nuevo sistema de amplificación ya utilizado por grandes pianistas de jazz, que consiste en un sensor bajo las cuerdas captando la vibración, prácticamente por contacto físico. Añadimos las posibilidades que ofrece una pedalera loop-station para generar bucles autograbados en tiempo real. Mezclamos de nuevo y escuchamos inmediatamente.
El resultado: una especie de destilación, muy libre de prejuicios, de la historia del ¿jazz? No: de toda la música. Mezcla de Beatles alucinógenos (Yesterday, Blackbird), con retazos de sabor a Debussy, ritmos de Stravinsky, guiños a Bartók, Metheny. Pero sobre todo, ¡oh! la magia. La que puede proporcionar una loop-station, pero sólo a los pocos privilegiados que, como él, saben conjurarla. Exenta de recursos fáciles –jamás hemos pillado a Moisés cayendo en este pecado– con los que quizá este juguete tecnológico suele tentar a sus nuevos dueños. Con poco tiempo de experimentación, este pianista ya ha interiorizado la herramienta en su sistema creativo, y directamente la convierte en una máquina de erizarnos la piel y el tímpano.
Gracias, Moisés, por seguir experimentando y conjurando en Lo Otro.
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