Trío Appassionata (11/12/2013)
Lydia Chernicoff, violín
Andrea Casarrubios, cello
Ronaldo Rolim, piano
El Trío Appassionata protagonizó el house concert de clausura del ciclo Odradek Records en Lo Otro.
Quizá por el origen multicultural de sus componentes (Brasil, España, EEUU), el Trío Appassionata ha sido aclamado por su capacidad de unir públicos de diferentes culturas a través de la música. En esta ocasión nos embarcó en una travesía de resonancias folk: desde Schumann a Ives pasando por Bartók, y de Hungría a EEUU, escuchamos la presencia de ritmos, danzas y melodías populares en la música de cámara de estos compositores clave.
El concierto se abrió con “gone into night are all the eyes”, obra encargada al joven compositor Thomas Kotcheff por el propio trío con motivo del prestigioso premio “Music Presser Award”. Como explicó la cellista Andrea Casarrubios, esta obra explora la relación entre el sonido y el silencio en sus tres movimientos. En el primero a través de una mirada imitativa de la naturaleza y sus sonidos; en el segundo con una serie de células rítmicas minimalistas que transitan de la sincronización a la dislocación gradual; en el tercero por el despliegue de un hondo lirismo que lo convierte en el corazón emocional de toda la obra. El Trío Appassionata es poseedor de una gran cohesión y empaste sonoros, revelador de un trabajo continuo que dura ya varios años. A la vez, cada uno de sus miembros resulta ser individualmente un instrumentista sobradamente brillante a pesar de su juventud.
A la obra contemporánea siguió la primera pieza de inspiración folklórica del programa: las “Cinco piezas en estilo popular” Op. 102 de Robert Schumann que sonaron con pleno convencimiento, elegancia y sentir en el arco de Casarrubios, acompañada por Ronaldo Rolim con la sutileza que la parte de piano requiere en esta pieza. Así fue también en las Danzas Populares Rumanas Sz. 56 de Béla Bartók protagonizadas por Lydia Chernicoff, quien transmitió con rotundidad los ritmos enérgicos y el encanto variopinto de estas danzas.
La velada culminó con el trío del americano Charles Ives, cuyo segundo movimiento, titulado TSIAJ (“This scherzo is a joke”) encierra un popurrí de melodías populares sobrepuestas creando un efecto cacofónico, no exento de humor, pero exigente en cuanto a precisión. Y lo que ocurrió justo en la última nota de este movimiento desencadenó la anécdota de la noche: el pedal derecho del piano se rompió sin posible arreglo inmediato, y el pianista tuvo que finalizar el concierto haciendo malabarismos con el pedal central, que palió parcialmente la inesperada falta de resonancia. A pesar de la maña que requería la situación, sobrellevada por Ronaldo muy profesionalmente, el trío accedió a regalarnos un bis: el “Otoño porteño” de Astor Piazzolla, que redondeó el sabor folk de la noche.
Es de merecida mención destacar la inmediata asistencia, una vez terminado el concierto, de nuestro técnico Leonardo Pizzolante, quien demostró una vez más no sólo una enorme vocación por su trabajo, sino su impecable faceta de médico pianístico de urgencias. Leonardo estudió el problema sobre el terreno y se llevó la pieza a su taller para su reparación, nada fácil ya que implicaba madera rota. Al día siguiente, la fractura de complicado diagnóstico estaba soldada, resuelta y lista para el concierto de tres días después, en el que se iban a utilizar los tres pianos de Lo Otro.
El Trío Appassionata puso el broche final en nuestra sede al ciclo Odradek Records, un sello discográfico de filosofía democrática, controlado por artistas, que mantiene como valor primordial la excelencia artística, por encima de las leyes comerciales y de mercado, e impulsor de un nuevo modelo de producción y disfrute de la música clásica.
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