Antonio Serrano, armónica y piano (16/2/2013)
En un concierto brillante y memorable, Antonio Serrano presentó en Lo Otro “Harmonious”, su esperado primer trabajo en solitario en el que toca todos los instrumentos desde su extrema sensibilidad musical. Temas propios y arreglos de los maestros que han influido la poesía de este virtuoso de la armónica, donde la belleza estuvo presente en cada compás generando un ritual musical muy especial.
La noche empezó con un standard: “I got rhythm” de George Gershwin, con samplerización en directo con la que Antonio se grababa en tiempo real para reproducir inmediatamente después y tocar sobre sí mismo.
Pero ni Gershwin ni el autoacompañamiento acabaron ahí: Serrano nos cautivó cuando su mano izquierda lo acompañó al piano mientras su mano derecha manejaba magistralmente la armónica con “Summertime”. Un enamorado del piano confeso, también lo es del ragtime: su tema “El jugador” resumió el mejor estilo de Scott Joplin, acompañado desde un iPhone por Albert Sanz, pianista amigo que ya ha pasado por Lo Otro.
Antonio destacó el trabajo indispensable de Óscar Herrador, su técnico de sonido que le acompañaba y que cuidó con máxima profesionalidad de todos los aspectos tecnológicos alrededor de la microfonía y amplificación del sonido que Serrano genera. Antonio quiso contarnos su enorme experiencia en todas las “familias musicales” que ha conocido, desde la clásica hasta la flamenca, sin olvidar el jazz, el pop, o con la que confesó tener más afinidad: el blues.
Tras explicarnos sus vivencias con Paco de Lucía a quien ha acompañado en varias giras mundiales, nos regaló su propia transcripción al piano de las alegrías “Barrio La Viña” en el Mason & Hamlin, arreglo que el maestro de Lucía le alabó en su momento. El mundo del cine también estuvo presente, con melodías tan populares como “Calling you” de “Bagdad Café”, “Raindrops keep falling on my head” de “Dos hombres y un destino”, o las melancólicas melodías de “Cinema Paradiso”.
Serrano demostró su dominio absoluto de la armónica cromática, y sin embargo sacó la armónica de blues para regalarnos dos temas sorprendentes: el primero, “El trenet”, imitaba literalmente un tren de vapor a toda máquina. “East and West” fue un recorrido de oriente a occidente, donde escuchamos desde ecos de canto de muecín hasta la Alborada Gallega, en la que la armónica verdaderamente se convirtió en gaita. De vuelta a la cromática, siguieron dos estudios de composición propia que lucieron su impecable técnica virtuosística, inspirados en las partitas para violín de Bach, el capricho nº 24 de Paganini, cadencias de Piazzolla, y el estudio para piano de Chopin Op.10 nº 6.
Desde el principio hasta el final, Serrano arrebató a los oyentes con una capacidad extraordinaria para trascender su instrumento y apuntar directamente al alma de un sonido moldeado desde una sensibilidad y aliento colmados de inspiración. Para terminar, Antonio todavía nos mostró un último as escondido en la manga. Como triple faceta musical, a la armónica autoacompañada al piano, Antonio sumó su voz cantando “Born blind” de Sonny Boy Williamson, y despidió la sesión al piano y silbando la tradicional irlandesa “Old Danny Boy”. Ante los aplausos entusiasmados del público, emocionado y coreando “otra, otra”, Antonio puso la puntilla con la “Malagueña” de Ernesto Lecuona a una velada para recordar.
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