El Libro Blanco & Negro del Jazz. Reportaje de Rebeca Queimaliños (11/2015)
Esta historia empieza un domingo de rastro en la década de los ochenta. El arquitecto Juan García de Cubas encuentra un vinilo con un músico en estado de éxtasis en la portada y lo compra. Todavía no había cumplido los dieciocho años, no existía internet y cualquier objeto que llevase impresa la palabra ‘Jazz’ era magia.
El pianista del disco resultó ser Bud Powell retratado por Herman Leonard. Desde ese instante -año 1986- García de Cubas empieza a fotografiar cada concierto de jazz. Revela en carretes Kodak Tri X cuando tiene dinero y en ‘low cost’ cuando no salen las cuentas. Cada verano recorre en moto los festivales de San Sebastián, Vitoria, Bayona, Marciac, Tolousse, y termina la ruta en el festival de Madrid.
Cinco meses de música, kilómetros, Moleskines, crónicas y fotografías que se reproducen en la revista Cuadernos de Jazz. Y el Café Central siempre como nave nodriza. Su centro de gravedad. En los ochenta, ese Templo del Jazz respiraba los acordes de Randy Weston, Ben Sidran, Chano Domínguez, Tete Montoliu, Brad Mehldau o Mal Waldron, pianista de Billy Holliday. O talentos españoles como Iñaki Salvador, Albert Bover o Moisés P. Sánchez, el último que lo tocó. Y él había visto todos esos dedos acariciar hasta el delirio las teclas del Yamaha C3 del Café Central cada noche, todas las semanas, durante años…
Y la vida siguió. Juan García de Cubas terminó arquitectura, serpenteó (sin olvidar) el jazz y regresó al Central una noche de calor de 2008 para escuchar el contrabajo de Javier Colina y la armónica de Antonio Serrano. Ni rastro del piano. Después de veinte años, los socios del local habían vendido ese instrumento que un día había tenido que ser desmontado para eliminar la sangre de los nudillos que había dejado Don Pullen tras alcanzar el clímax musical.
Ese piano que era el origen de una de las relaciones más fructíferas entre flamenco y jazz, el día en que el trompetista Wynton Marsalis escuchó en directo a Chano Domínguez. Esa pieza de madera nipona que lleva impreso el ADN de escenas de pasión desenfrenada en noches de humo y sepia.
Juan sintió la necesidad irrefrenable de rescatar el piano. Porque sí y porque ‘la historia cultural de una ciudad debe ser patrimonio de todos’. Localizó a la arquitecta que había comprado para que practicasen sus hijas. Y el peor negocio de su vida se convirtió en su mayor satisfacción musical. Juan García de Cubas le intercambió un Yamaha C3 ‘casi nuevo, infinitamente mejor’ por el piano con veinte años del mejor jazz entre sus vísceras. ‘Tiene alma, no solo porque los mejores músicos hayan tocado en él, sino porque la energía se transforma de muchas maneras’.
Pero su pasión desenfrenada encontró freno. La casa Hazen -distribuidora oficial de Yamaha en España- mostró desinterés en el piano y un técnico de la firma japonesa concluyó que no merecía invertir dinero en el instrumento. No se sintió derrotado, pero encontrar al técnico venezolano Leonardo Pizzolante fue un punto de inflexión: el Yamaha ha sido restaurado. Ocupa la zona superior de un elegante, diáfano y minimalista estudio de arquitectura en el centro de Madrid y ha vuelto a sonar. García de Cubas analiza las giras internacionales de los mejores músicos de jazz y, cuando aterrizan en Madrid, les invita a acariciar -una vez más- esas teclas indelebles. Son conciertos íntimos, privados y eternos.
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¿Conocéis el efecto mariposa? ¿Esa teoría del caos según la cual una pequeña perturbación puede generar un efecto enorme a medio plazo? Eso ha ocurrido con el piano del Central. Un proyecto individual se ha convertido en un auténtico huracán cultural:
Lo Otro. El proyecto parte del piano del Central y la energía que ha generado alrededor. Este instrumento es historia viva del jazz en Madrid. Me encantaría que se le pudiese realizar un último homenaje, pero para ello el apoyo institucional sería bienvenido’. Lo Otro además ofrece comisariado musical a museos y otras instituciones. www.lootro.com
El Taller. Lo Otro es una extensión de esta empresa especializada en proyectos museográficos, arquitectura e interiorismo, diseño de exposiciones temporales, gráfico y editorial. El equipo de García de Cubas destaca por sus trabajos de museografía para el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional o el Centro Pompidou de Málaga. www.eltaller.com
Música en Vena. Es un proyecto con alma. Esta iniciativa, creada en 2012, traslada la música en directo a hospitales para mejorar la estancia hospitalaria de pacientes y familiares de forma altruista. Por las diferentes especialidades médicas de catorce hospitales de la Comunidad de Madrid han pasado artistas como Jorge Pardo, Rosario Flores, Natalia Dicenta o El Cigala…
Fotografía © Juan Carlos Quindós
Fuente: Revista El Duende
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